estaba en la cama

estaba en la cama y me tocaron la ventana
entonces entró una trouppe de cagadas
con muchos malabares y rebusques
y con la mar en coche a cuestas  
me parece que estoy hablando de mi mente
que es un lugar común pero objetivamente
es así
yo les digo patético a cada una de ellas  
¡oh! ¡cuánto me hincháis las bolas, atorrantas
de las pequeñas!
sho no quiero nada de uds.
mas venís lo mismo, una tras otra…  
al día siguiente,
la puerta de casa está llena de mis amiguitos
hojitas seco-otoñales,  
ah, estoy tan triste, nena
— fauno,