tres.
- quería echarme de espaldas con la coronilla
- muy cerca de la pared
- y que vinieses con énfasis narrativo en tu desnudez
- sentándote como una gallina sobre mi nariz
- haciendo equilibrio ligeramente
- y que luego hagas como equilibrio
- tambaleándote
- como la primera de otras
- proezas eróticas.